Hana perdió a su padre a la edad de 8 años. Su madre se vuelve a casar y regresa a Japón con su marido y el hijo de este Yoon Suh (ambos coreanos). La madre de Yoon Suh murío el día de su 10 cumpleaños y después de aquello el joven se vuelve autista. Mientras que Hana quiere conocer a su hermano el no quiere saber nada de ella. Cuando sus padres se van de luna de miel, la madre de Hana deja las fuentes termales a cargo de su cuñada. Así durante la ausencia de sus padres su tía y su prima maltratan a Hana y planean vender las fuentes termales para pagar las deudas de juego. A todo esto Hana encuentra consuelo en su hermano que comienza a abrirse a ella y habla tras 10 años de silencio.